A partir de ahora, deja de ser obligatorio el uso de mascarillas en interiores. Tras dos años acostumbrados a su obligatoriedad, cumpliendo la norma a rajatabla, especialmente en el colegio y en espacios cerrados, puede ser que haya niños que tengan miedo a quitarse la mascarilla, por un sentimiento de vulnerabilidad y desprotección. A esto hay que sumar, que, en el caso de los adolescentes, la mascarilla les ha ayudado en esta época de cambios físicos y emocionales a ocultarlos, lo que les ha ayudado a sentirse más seguros. De ahí que puedan sentirse expuestos y emociones como la vergüenza hagan su aparición.
Hay que tener en cuenta que tanto niños como adolescentes han estado socializando con las mascarillas puestas, por lo que puede aparecer el denominado “Síndrome de la cara vacía”, una fobia que se caracteriza por ansiedad e inseguridad que provoca el mostrar la cara bien porque hasta ahora ha estado protegido bien porque se han tapado complejos.
¿Cómo podemos acompañarlos en este proceso de “nueva realidad” sin mascarillas?
En el caso de los niños, lo primero de todo es dar valor a ese miedo, ayudándoles a aceptar el hecho de que lo que siente no está mal y que es válido y normal. Es importante validar sus sentimientos y mostrarnos comprensivos. Cuando hablemos con ellos, hay que preguntarles y entender el origen de sus miedos para ayudarles a gestionar sus emociones. Muchos han vivido el miedo a contagiarse o han perdido a algún familiar o persona cercana por el coronavirus.
Durante la conversación, aprovechar el momento para resolver dudas sobre el tema y normalizar la situación. Siempre dándoles la libertad de escoger y apoyarles en su decisión.
Lo más recomendable es hacer una exposición de manera segura y progresiva y ser su modelo de comportamiento. De esta manera se irán sintiendo más seguros y cómodos poco a poco.
Respecto a los adolescentes, la línea de actuación es la misma: para empezar, hay que tener en cuenta que la adolescencia es una etapa de transformación física y emocional en la que el grupo de iguales tiene un peso muy importante y la autoimagen se está afianzando. Durante este tiempo, la mascarilla ha supuesto para muchos de ellos un mecanismo de defensa donde ocultar sus inseguridades y complejos. Hablar con ellos haciendo una escucha activa, apoyarles en lo que nos transmiten y respetar sus tiempos, hará que se vayan sintiendo más seguros de sí mismos y confiados. Tenéis algunos consejos en nuestro blog enfocados en la fase de confinamiento y sus posteriores etapas, para la buena gestión de las emociones.
Nuestro apoyo y acompañamiento en este nuevo cambio de nuestro día a día, les ayudará a sentirse seguros y seguir creciendo a nivel personal y emocional.
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