Ucrania es el tema principal en las conversaciones tanto de padres y profesores como en los medios de comunicación. Por ello, es normal que surjan emociones como la preocupación, la incertidumbre o la tristeza. Son emociones legítimas.
Además, los niños, aunque sean pequeños son capaces de percibir la preocupación y tensión que viven los adultos a su alrededor. Conectan con nuestras emociones de miedo, tristeza y preocupación. Una buena explicación para que los niños entiendan lo que pasa en Ucrania y lo que está haciendo Rusia es necesaria.
¿Cómo les explicamos lo que está sucediendo? Lo más importante es no mentirles ni minimizar el peligro falsamente. Hay que ser realista a la vez que tranquilo y no dramatizar. Así se dará sentido de seguridad. Buscar un tiempo y un espacio para compartir y dejarles que expresen sus sentimientos sobre el desastre es importante. Contarles los hechos adaptando el lenguaje a su edad y nivel de comprensión, omitiendo detalles que pueden ser impactantes. Así evitaremos el miedo, lo que puede tener consecuencias negativas en ellos.
Después es importante resolver sus dudas y dejar que nos pregunten lo que quieran y necesiten.
Animarles a que expresen cómo se sienten dibujando, escribiendo o jugando con muñecos, así como preguntarles cómo pueden ayudar a los niños de Ucrania les ayudará a estar algo mejor.
Los adolescentes tienen mayor acceso a internet y a las redes sociales. Es buen momento para conocer qué contenidos están consumiendo y si tienen dudas, estar abiertos a hablarlo con ellos y explicárselo, porque es muy fácil encontrarse con información falsa. Además, podemos conocer cómo se están sintiendo.
La solidaridad como elemento pedagógico
Es una buena oportunidad para explicarles la importancia de las actividades solidarias. Supone pedagógicamente un momento muy importante ya que:
- Suscita interés por comprender qué está pasando y de ahí se puede dar un aprendizaje significativo de geografía, historia, economía, …
- Ofrecer una oportunidad de acompañamiento y conocer cómo se están sintiendo.
- Ponerlo como ejemplo de que la violencia no es una buena manera de solucionar las cosas.
- Es una buena oportunidad para explicarles la importancia de las actividades solidarias.
Tras dos años de pandemia, situación que ya ha trastocado la estabilidad de nuestros hijos, hay que cuidar mucho de la salud mental, ahora que este conflicto internacional también puede complicar su psicología. Ha habido un aumento de tics, cefaleas, trastornos del sueño, ansiedad, miedos… por eso es importante estar atentos a cualquier signo de alarma y acompañar a los niños y adolescentes en este proceso que nos rodea.
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